El papa Francisco inició el año nuevo el sábado elogiando la capacidad de las mujeres para promover la paz en el mundo, y comparó la violencia contra ellas con una ofensa a dios.
La Iglesia católica dedica el 1 de enero a la paz mundial, y la misa oficiada por el pontífice en la basílica de San Pedro del Vaticano rindió tributo al lugar especial que ocupa la Virgen María en la fe como madre de Jesús.
Las madres “saben cómo superar los obstáculos y los desacuerdos, e infundir la paz", dijo Francisco durante su homilía.
“De esta forma, transforman los problemas en oportunidades de renacimiento y crecimiento. Pueden hacerlo porque saben mantener unidos los distintos hilos de la vida", añadió el pontífice. “Necesitamos personas así, capaces de tejer los hilos de la comunión en lugar del alarme de espino del conflicto y la división".
Francisco instó a todo el mundo a redoblar sus esfuerzos para promover a las madres y proteger a las mujeres.
“¡Cuánta violencia se ejerce contra las mujeres! ¡Basta! Herir a una mujer es insultar a Dios", dijo.
Además, se deshizo en elogios hacia las mujeres, incluyendo las que son madres, diciendo que “miran al mundo no para explotarlo sino para que tenga vida. Las mujeres, viendo con el corazón, pueden combinar los sueños y las aspiraciones con realidades concretas, sin derivar hacia la abstracción y el pragmatismo estéril".
Aunque en su papado se comprometió a dar un mayor papel a las mujeres en la Iglesia, Francisco ha dejado claro también que el sacerdocio está reservado a los hombres.
En un tuit antes de la misa de Año Nuevo, el pontífice ahondó en su esperanza y estrategia para la paz.
“Todos pueden colaborar en la construcción de un mundo más pacífico: partiendo del propio corazón y de las relaciones en la familia, en la sociedad y con el medioambiente, hasta las relaciones entre los pueblos y entre los estados”, tuiteó.
A excepción del papa y los miembros de un coro formado por niños y adultos, los asistentes a la misa llevaban mascarilla como parte del protocolo contra el COVID-19.
Francisco, que tiene 85 años y está vacunado contra el coronavirus, sí empleó una mascarilla quirúrgica durante la ceremonia de Nochevieja celebrada en la basílica, que estuvo oficiada por un cardinal del Vaticano, algo inusual en los dos años de pandemia.