Las muertes paulatinas que se estaban registrando en su granja, producto de las altas temperaturas que se registran en Dajabón, llevó a un avicultor a regalar alrededor de 100 gallinas entre familias de escasos recursos en el lado dominicano de la franja norte de la frontera con Haití.
Tomás Antonio Liberato Gómez expresó que prefirió regalar las aves, en lugar de ver como seguían muriendo sin poderlas vender, debido al cierre de las fronteras en rechazo a la construcción de un canal de riego que busca desviar el agua del río Masacre a territorio del vecino país.
La carne del ave es una alimento clave en la dieta diaria en el vecino país.
Previo a la obra caritativa, a Liberato Gómez ya se le habían muerto más de 200 ejemplares a causa del calor.
El avicultor dijo que perdió cerca de 350 mil pesos con las gallinas muertas y las que regaló a la población.
Además, tiene varias cuentas por cobrar a ciudadanos haitianos, a quienes vende a plazo, que superan el millón de pesos.
Las gallinas son una especie para climas más frescos, por lo que su tiempo de vida se reduce en la cálida provincia fronteriza.
Las gallinas son llevadas a Dajabón desde otros pueblos del Cibao al menos 72 horas antes de la celebración del mercado binacional, donde son vendidas a los de la vecina nación que participan en la feria de lunes y viernes.
Comerciante ayuda oficial
Liberato detalló que prefirió regalar las gallinas antes que venderlas al Estado dominicano con las condiciones establecidas, según afirma, "poco favorables para ellos".
Dijo que para vender sus aves tenía que gastar más en transporte que el monto que iba a percibir.
"Tenía que llevarlas a Mao, Santiago Rodríguez o Montecristi para que el gobierno las comprara", indicó.
Mientras Tomás Antonio Liberato Gómez optó por regalar sus aves, otros avicultores dijeron a Diario Libre que están vendiendo las gallinas en el pueblo de Dajabón a mitad de precio, de esa forma no perder toda la inversión.
Fuente Diario Libre