¿Quién salva a los que salvan? Esa es la pregunta que nos hacemos ante la alarmante situación que viven los rescatistas de la Defensa Civil en Samaná, quienes duermen en carpas porque su local es prácticamente inhabitable.
El deterioro extremo del techo, combinado con las lluvias, ha convertido el edificio en un espacio inseguro. Las filtraciones son constantes, el agua corre por todas partes, y la estructura amenaza con colapsar. A pesar de eso, los voluntarios siguen firmes, cumpliendo su deber, aunque su propia seguridad esté en riesgo.
Para evitar mojarse mientras descansan entre operativos, han tenido que instalar una carpa improvisada. Es una imagen que duele: los llamados “héroes naranjas” sin un techo digno, sin condiciones mínimas para continuar su labor.
Uno de ellos es Ángel Ramón, con décadas de servicio voluntario en la Defensa Civil, quien expresó con impotencia: “Tememos pasar de rescatistas a rescatados”. Su voz refleja el abandono que sienten y el miedo de que una tragedia pueda ocurrir si no se actúa con urgencia.
A pesar de que Bienes Nacionales cedió un terreno para la construcción de su nuevo local, aún no se sabe quién lo construirá ni cuándo comenzarán. Solo queda la añoranza de un cartel que promete la obra, pero sin planes visibles ni claridad sobre su ejecución. Y aún, con toda esta incertidumbre, seguimos preguntándonos: ¿quién salva a los que salvan?
Fuente RC Noticias