Tras la reciente partida del papa Francisco, resurgen los recuerdos de su cercanía con Latinoamérica y su aprecio por la República Dominicana. Uno de los momentos que refleja ese vínculo fue la visita del presidente Luis Abinader al Vaticano, el 27 de mayo de 2024, acompañado por la primera dama Raquel Arbaje y sus tres hijas.
Durante aquella audiencia privada, que se extendió por unos 45 minutos, el mandatario y el Sumo Pontífice conversaron sobre temas clave como la migración, la situación de la región, la Iglesia en el país y asuntos internacionales. Abinader aprovechó la ocasión para invitar formalmente al Papa a visitar suelo dominicano, una propuesta que fue recibida con entusiasmo, pero que no llegó a concretarse debido al deterioro de la salud del pontífice.
El presidente describió la reunión como cálida y muy significativa, resaltando el profundo conocimiento del papa Francisco sobre la realidad dominicana. En un gesto simbólico, ambos intercambiaron obsequios, incluyendo un rosario hecho de larimar, piedra semipreciosa nacional, entregado por Abinader y su esposa.
Este encuentro cobra un nuevo valor histórico tras la muerte del primer papa latinoamericano en abril de 2025, quedando como uno de sus últimos gestos de cercanía con los líderes de la región y como testimonio del afecto mutuo entre el Vaticano y la República Dominicana.